Cómo hacer fuego

Hoy en día es de veras complicado que vayas a encender un fuego en una situación de supervivencia, sobre todo en España; el relativamente reducido tamaño de nuestro país y su legislación hacen que encender fuego en la naturaleza o el monte sea muy complicado.

Sin embargo, lo que te expondremos a continuación puede ser utilizado en otros ámbitos, y saber cómo hacer fuego, te será muy útil por ejemplo para encender una estufa o una chimenea en una casa rural, encender una barbacoa o un horno de leña…Como decía mi abuelo, el saber no ocupa lugar.

ascuas de una hoguera

Si buscas en Internet cómo hacer fuego aparecen múltiples resultados que inciden en los tres aspectos básicos combustible, oxígeno y calor. Son estos elementos los que vamos a desgranar a continuación y los que conforman el llamado Triángulo del fuego.

Fuente de calor

Cuantas más fuentes de calor para iniciar un fuego formen parte de nuestro kit de fuego, mejor.

Recuerda que uno es nada, dos son uno y tres son dos. Siempre debemos contar con un plan B y contar con más de una fuente de calor o ignición; tenemos que estar seguros de poder encender fuego sean cuales sean las condiciones que nos encontremos

Las fuentes de calor pueden ser mecheros, cerillas, ferrocerios, la fricción creada por dos piezas de madera; es decir, por un taladro de madera, una batería de ion litio cuyo interior expongamos al aire, un cortocircuito de una pila o batería con algún componente metálico muy fino como estropajo de lana de acero o el recubrimiento de chicle con papel de aluminio, etc.

Lo importante es que nos aseguremos el poder encender un fuego llevando en nuestro kit varias formas de iniciarlo, además de yesca seca y lista para su uso.

En la variedad está la seguridad

Debemos llevar varias formas de encender un fuego porque podemos perder una, se puede romper o averiar parte de nuestro equipo o bien, es posible que no funcione bien debido a las condiciones en las que estamos.

Por ejemplo, para ir a la montaña en invierno, yo llevaría un mechero de gas en la segunda capa de abrigo, caliente debido a mi calor corporal y asegurándome de que el sudor ni mi transpiración le llegue.

En un bolsillo de la capa externa llevaría un ferrocerio o mechero de gasolina, que enciende mucho mejor a bajas temperaturas que el mechero de gas.

Además, siempre recomiendo llevar mecheros, cerillas o pedernales como parte de otros kits además del kit de fuego ya que así podremos generar una llama si perdemos el kit de fuego o si se estropea el resto del equipo. Por ello, yo llevaría un mechero junto con mi botiquín también, por ejemplo unas cerillas dentro del contenedor estanco donde guardo mi linterna y sus pilas de reserva, etc.

Practica en casa y asegúrate que sabes cómo hacer fuego con varias fuentes de calor y elementos de tu equipo

Combustible y yesca

El combustible es el material que al arder produce llama, luz y calor.

¿Qué es la yesca?

Combustible también es la yesca necesaria para poder iniciar el fuego, pero exactamente ¿qué es la yesca? Pues la yesca es el combustible de menor tamaño y que más fácilmente arde.

Yesca pueden ser las virutas de madera resultantes de cortar leña o las que se desprender al hacer un palo emplumado, el conjunto de los caracolillos de virutas de madera que componen el palo emplumado o lo que nos sobra de hacer alguna talla en madera.

También pueden ser yesca trozos de papel, cinta aislante o americana, ralladuras de plástico, madera, tela, ramitas finas y secas, del grosor de un espaguetti y no más gruesas que un lapicero, trozos de corteza de abedul u otras fibras naturales, plumones de colas de gato, gel limpia-manos o toallitas impregnadas con glicol o cualquier otro alcohol, o acelerante como la gasolina, parafina, etc.

Lo importante es que utilicemos un material seco; es decir, sin agua en su interior y con la menor humedad posible en la superficie. Cuanto más fino sea el material, mejor y con espacio por el que entre el aire, lo que hará que arda al acercarse una fuente con suficiente calor.

El combustible, de menor a mayor tamaño

Después de la yesca debemos recoger combustible con el grosor aproximado entre un lápiz y un dedo; y añadirlo a nuestro incipiente fuego una vez tengamos suficiente yesca como para generar una llama de unos tres o cuatro centímetros de altura, para no asfixiar las llamas añadiendo demasiado material mismo tiempo.

El tamaño de la leña o combustible irá aumentando de forma progresiva, iremos pasando del grosor de un dedo al de tres dedos, al grosor de nuestra muñeca, etc. Si añadimos grandes troncos de leña sin esta progresión, tenemos muy pocas probabilidades de que prendan y si muchas de que nuestra yesca se consuma sin haber contribuido en nada a crear nuestro fuego.

Añadiré que la mejor leña es la de las ramas muertas que están por encima del nivel del suelo. Las ramas que están en el suelo son como esponjas que captan el agua y la humedad del mismo. Nunca cortes un arbol o rama viva para encender un fuego, ya que además de ser un atentado ecológico, no conseguirás que prenda al estar verdes; y por lo tanto con humedad en su interior.

Oxígeno

El aire, el oxígeno son vitales para que se produzca la combustión y la llama, allá donde no haya oxígeno suficiente, tampoco habrá fuego; y si no, prueba a encender una vela de té y a taparla con un vaso de cristal. Verás como la llama se va haciendo más pequeña hasta que desaparece en unos instantes, una vez ha consumido el oxígeno atrapado en el vaso.

no ahogues el fuego

¿Cómo aumentar el flujo de oxígeno para encender una hoguera? Muy sencillo, deja espacios entre el combustible para que entre el aire con facilidad. De ahí la importancia de no echar más leña al fuego de la que no puede arder; e ir añadiendo leña de mayor grosor de forma progresiva y siempre que una llama fuerte y estable surja de entre la yesca y combustible que hayas añadido antes.

Si utilizas papel, no hagas bolas muy prietas, si utilizas hojas y hierba, haz manojos sueltos, igual que con las ramitas. En general, si las fibras están muy juntas o compactadas, forman un bloque en el que a las llamas les cuesta más prender, mientras que si están sueltas, las llamas las alcanzan mejor y pueden generar más calor.

Te propongo que tomes una cerilla y la enciendas. Fíjate en el tamaño que alcanza la llama. Ahora toma dos cerillas y procura que estén cerca la una de la otra, pero que no estén juntas, verás que la llama que forman es mayor y que da más calor que en el primer caso; incluso cuesta más apagarlas.

Pues imagina esto con uno o dos manojos de ramitas del tamaño aproximado de una cerilla y un lápiz y de un grosor algo mayor que tu muñeca.En este caso, el combustible está formando un conjunto que no es compacto aunque hay mucho combustible muy próximo entre sí y donde hay numerosos huecos y espacios por el que las llamas pueden tomar oxígeno; no es un bloque continuo y uniforme. Estos haces de yesca pueden generar llamas de 90 centímetros de altura o incluso más altos.

La preparación es esencial, Amat Victoria Curam

Amat Victoria Curam; este latinismo nos expresa la idea de que la victoria favorece a quienes se preparan. La preparación es esencial para poder encender un fuego.

Es preciso tener la fuente de calor necesaria disponible en tu kit de fuego, así que debes prepararlo. Debes procurar llevar al menos un mechero y unas cerillas, por si alguno de los dos falla.

Se necesita recoger yesca de nuestro entorno y tenerla lista en el kit de fuego si con lo que nos ofrece la naturaleza no es suficiente, seguimos necesitando preparación.

Es necesario preparar y dividir el combustible; y clasificarlo según su tamaño para saber cuándo añadirlo a las llamas; y esto es esencial.

Y tan importante como todo lo demás, debemos haber probado y saber utilizar el equipo que tenemos en el kit. Un pedernal en un kit queda muy chulo, pareces incluso un profesional de la supervivencia; y si no sabes usarlo, es un peso muerto que llevas a todas partes.

Puedes pensar que encender el fuego es algo largo y tedioso por toda la preparación necesaria; sin embargo es algo mucho más rápido y sencillo.

Resumen

1 Ten listo tu kit de fuego con al menos dos formas de encender un fuego y algo de yesca lista para su uso.

2 Limpia y despeja el suelo de la zona donde vayas a encender un fuego, ya sea sobre una barbacoa, etc. Evitarás el riesgo de que el fuego se extienda peligrosamente. Si además esparces agua con un cubo en los alrededores y tienes un cubo lleno de agua listo por si hay algún incidente, mejor.

3 Divide el combustible entre yesca y combustible de varios tamaños.

4 Dispón tu yesca creando un conjunto no compacto, separa un poquito las fibras y asegúrate de que el oxigeno entrará sin problemas.

5 Pon unas ramas que separen el fuego de la humedad del suelo. Esto además ayudará a que el incipiente fuego reciba más oxigeno desde abajo y te ayudará a crear ascuas, el corazón del fuego.

6 Una vez enciendas el fuego, ve añadiendo combustible poco a poco, comienza con el combustible más fino. Añade combustible sólo cuando tengas una llama fuerte y estable que emerge del material añadido antes, así no ahogarás el fuego.

7 Siempre vigila tu fuego, nunca lo dejes sin atención ni vigilancia. Puede apagarse o peor aún, extenderse de forma descontrolada.

A continuación os dejo un vídeo de Ray Mears, autor de numerosos libros de bushcraft que indica todo lo dicho anteriormente. Está en inglés y resulta muy instructivo

Disclaimer

En España hacer fuego está sujeto a una estricta reglamentación. Asegúrese de conocer la que rige en su zona.

No nos hacemos responsables del uso inapropiado, negligente o contrario a la ley y las normas del material y de la información compartida en esta web.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *